Nada se pierde?

Entonces ayer fui fuego, y no me acuerdo qué se sentía. Se sentía una especie de cálido hogar en la cima del iceberg, creo. Porque hoy soy ceniza, y lo demás se sabe. Puedo reconstruirme porque nada se pierde, soy como la cera arrodillada al pie de la llama... destartalada. Pero ya NO vela... Pero ya NO fuego.
No juego más.
Y con suerte, también pueda ocupar un lugar parecido al de ayer, como el de la sal picante de la orilla... Pero a diferencia de ella, que vuelve a ser ola, yo no vuelvo atrás. Y "No nos bañamos dos veces en el mismo río", ni en el mismo mar... ¿Ni en la misma ducha?.
Si hoy soy ceniza, entonces ayer fui fuego... y nunca me enteré.



Carol- Bord

El egoísmo se quedó alone

La soledad debe ser el invento más egoísta del hombre... Eso que te lleva a cobijar vacío e incertidumbre, con karmas y penas y que te retrotrae como máquina de tiempo. Pero se alimenta de egoísmo. El encontrarse completamente solo en sentimiento; el tragar ardiente sabiendo que uno mismo siente la garganta en llamas y nadie más; el querer que algún ser humano en el planeta diga "yo también estoy ardiendo", el esperar sentado en tronos de cartón que ese monólogo sea escuchado y entendido, el preguntarse "¿Por qué a mi?". Demasiado EGO.

No hay peor soledad que la que se vive acompañado, y estamos todos solos pero en distintas soledades... y distintas compañías.


Carol- Bord

Big brothers (and the holding Company)

Aunque se te quiebre el pecho de frustración por no andar en BMW, yo te presto este oído que tengo, que poco escucha y mucho oye.
No por generosa, sino que me sobra tiempo. Quizá debiera ser mejor persona y regalarte algo de encéfalo. Y te contesto al ritmo de un rengo, pero con la coherencia de nunca, jamás.
Tranquilo. De todas formas, yo ebria y vos sobrio estamos en igualdad de reacción mental.


Carol- Bord

Negro humor

Yo estoy rodeada de todos mis muertos, pero vos atrás tenés el Cementerio de la Recoleta...

Intente nuevamente más tarde

Tomó el picaporte. Entró. A carcajadas emanaba saciedad de alegría, y se sentía algo así como empalagada de tanta miel. Se debió haber llamado dichosa, pero no. Prefirió exprimir sus sentidos de percepción y mecanismos de defensa. Y nunca más los vio.

La demanda del servicio se encuentra colpsada, disculpe las molestias.

Carol- Bord

Estoy...

Adivina adivinador…

Perdida por perdida.
Como un café, molida. Dependiente como país periférico.
Como el Quijote, contra molinos de viento. En llamas como Troya.
Astuta, pero en apoplejía. Con estadía paga al infierno como pecador impúdico.
Naíf como ladrón de caramelos.
Al filo. Frustrada como semen de estéril, inútil como las mangas de mi chaleco. Ahogada como Alfonsina. En plena eutanasia. Idiota como la última voluntad.
Sola como Penélope. Firme como el pulso del perseguido. Resignada como el llanto del condenado. Eufórica como el éxtasis.
Y más triste que la hora pico en el tren del suicidio.
Extraña como el caso del Dr Jekyll. Tensa como confesionario de asesino. Hitlerianamente impune. Y mucho más sola.
Momificada, con dosis de botox. Pero revoltosa como niño con juguete nuevo.
Con fe comprada, como la misa del domingo.
Con sombras encima. Con soles ausentes. Con cal y arena.
Con la mente enarenada...
y enajenada.

¿Quién soy?

ADIVINA QUIEN...

(ME SALIÓ ESTA MIERDA, QUE LE VOY A HACER...)


Carol-Bord

...Pausa en tiempos de finales?

No quiero nuevamente el ardor, ni fervor, ni manantial.
Sólo te quiero en silencio, pero diciendo sí.
Y sólo me quiero en silencio de una vez, pero pudiendo hacer.
Ni amor ni dolor ni penas ni luto.

Silencio. De esos que no se venden al mayor postor. De las pausas en tiempos de finales.

No es que me sienta tan ausente que no pueda contener secreciones lacrimales, nuditos de garganta. Sólo que al regresar a casa, dos basuritas peleaban entre sí a ver cuál le pegaba primero a mi vista… Y como tengo dos ojos, se metieron nomás... de maleducadas.



Carol-Bord