Escribiéndome... para romper violines

26.6.10

Los teóricos

-"La teoría la internalizaste, pero te falta práctica".
¿Cuántas veces hemos padecido, nosotros, los teóricos, esa tremenda acusación?. Los teóricos, no sólo son considerados aquellos teorizadores de la ciencia o el arte, sino los teóricos de la vida en su más amplio concepto.
¿Aburre el teórico? ¿Causa envidia, acaso, por no equivocarse nunca al accionar? ¿Causa envidia que nunca accione? ¿What the fuck con los teóricos?.
Si se le ocurrió a alguien sentenciarlo como falta de acción, está usted equivocado. Permítame decirle, el teórico acciona. Muy pocas veces es notoria su acción y, no menos, es consecuente con su teoría. Pero en fin.
Vivimos en un mundo donde la práctica misma, cayó más bajo que un féretro, perdió más reputación que una mujer infiel en los años 50. Porque preferimos no arruinar ese ideal de ideales que viste de elegancia y esconde pura cháchara. Porque así, como está, es excelente. Es la perspectiva encandilada de la madre primeriza, que cree ver la perfección en su niño los primeros meses, cuando indudablemente, la visión externa sabe que está cargando tres kilos de ruidos molestos, facciones indefinidas y aromas insoportables.
Pero los que rodean nuestra cápsula, la de la teoría, son de palo, de palo rígido y hasta por momentos, superficial.
No por nada el teórico prefiere siempre las ciencias sociales, las expresiones artísticas (ese lugar en donde se puede derramar sangre ajena y bilis propio sin morir ni ser juzgado en el intento).
No por nada, los números le duermen la energía.
No por nada prefiere masticar, deglutir e ingerir sinfines de hojas antes que posar su trasero (hasta su desaparición) en un banco, persiguiendo raíces cuadradas y tallos redondos.
En la práctica de la política, nos demostraron las impurezas humanas, el teórico se lleva todos los puntos en cuestión de credibilidad, mientras que el practicante se lleva todos los pesos en cuestión de pocos años.
En la práctica de la religión, nos demostraron las perseveraciones humanas por crear divinidades a imagen y semenjanza, que los domingos jamás fueron diseñados para madrugar. Cualquier otro día de la semana, "al que madruga... déjenlo dormir siesta".
En la práctica del a... del am... del amo... Uy! del amor (palabra no tan jodida de escribir, como de tranformarla en práctica), ¿hace falta aclaración?. El amor no es el conjunto de esas trilladas mariposas del estómago, ni el estúpido cosquilleo del vientre, ni los retorcijones que revolucionan. Si ud. posee estos síntomas, sin lugar a duda, debe consultarlos con un médico especialista (o bien un obstetra, o bien suprima las hortalizas).
En este peculiar deporte, nos encontramos con que no existe un reglamento a seguir, y si lo tuviese, es únicamente transmisible de boca en boca por puras experiencias propias, nunca del todo confiables. La cuestión aquí, es que una vez más nos hallamos frente a una práctica que va en contra de todo pensamiento teórico. Todo lo que el pensador teórico se había esforzado por desarrollar, maquillando las mejillas de éste cadáver, es aniquilado por el ocurrente practicante. De este modo, la práctica está totalmente dispuesta a exterminar cualquier indicio de buen humor en el ser humano en cuestión, quitándole todo tipo de vitaminas del cuerpo y debilitando su sistema para el resto de su vida. No hay más remedio frente a este dilema, que teorizar.
Enamórese de un actor del tipo Robert Downey Jr. que de seguro jamás la decepcionará, se sentirá a gusto de saber que usted piensa en él y lo acompaña a su pronta rehabilitación, y lo más probable (y no menos importante), aceptará sin quejas su filosofía "teórica".



Carol- Bord. Try! just a little bit harder!

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