we only comunicate when we need to fight... but we're best friends, right?
Dicen que sufrís esquizofrenia, pero yo estoy aún (y como diría alguien con quien hablé sobre bueyes perdidos hace poco), amazando una teoría que, lejos de reivindicar tus valores, te ubica por debajo de mi lista negra.
La amazo, porque gracias a Dios, te tengo a vos, que me das todos los ingredientes, y porque, también, tengo el horno vacío y con ansia de llenarse, debido a lo poco idónea que soy en materia culinaria.
La receta la estamos escribiendo todavía, pero hasta donde sé, entre tu sentimiento pequeño burgués y tu bipolaridad existencial, ya tenemos la pasta disuelta, a la que le podríamos agregar una pizca de cinismo.
Debemos proceder a mezclar la masa obtenida, con cierta capacidad admirable de desentendimiento ante situaciones, y el falso arrepentimiento frente a acusaciones. Una vez cumplimentado este punto (excluyente), es menester agregarle un facazo trasero disfrazado de amor, a gusto y piacere.
Cuando ya hemos concluido y procurado que la masa gane en consistencia, lo que uno mismo pierde en credulidad y confianza, la colocamos en el horno a fuego moderado. Al cabo de años de cocinarse/ calcinarse , estamos listos para quitar la teoría del horno, decorarla según inspiración (trozos de fé, decepción en polvo, preferentemente Marca "Cara de Boluda"), cortar en finas rodajas (similares a los propios cortes de cara), y servir. Rinde para cuatro millones de porciones.
Nota: Si hay inconvenientes durante la cocción, como por ejemplo que el horno no se encuentre apto para bollos, simplemente dejar elevando afuera... Luego de unas horas, su teoría culminará el proceso, y estará en condiciones de comerse fría.
Si hay inconvenientes en los restantes procedimientos de la receta, quizá sea que usted NO se encuentra frente a un típico caso de Histeria Irritable Crónica Estupidizante.
Carol- Bord.
No hay comentarios:
Publicar un comentario