Escribiéndome... para romper violines

31.1.11

Los hermanos sean. Nada más.

Ahora no me digas que vos sabés qué necesito.
No me digas eso. Porque cuando te necesito a vos, nunca te enterás.
Ya no repitas que me conocés más que mi madre, ni yo te lo diré.
Porque cuando tengo tu radiografía, te convertís en Mr Hyde.
Ya no me recuerdes cuando nos reíamos porque sí, porque era otra cosa por compartir, porque era tan ameno como ver salir el sol del mar.
Y no lo hagas, porque me recuerda al mismo tiempo, lo que trabajaba para verte reir.
Ya no te rías en mi cara, no me escupas lo que fuimos, no me rompas más las bolas.
Porque la distancia que nos separa, es debido a la patada que me diste cuando ya no me necesitabas.

Gracias por tan poco, y perdón por tanto.

Atte. la que alguna vez fue la uña de tu carne... O "tu sol".

1 comentario: