Escribiéndome... para romper violines

28.2.11

a mi Diane Keaton paga

Hasta mi psicóloga da muestras de no poder seguirme el hilo. Después de un monólogo, en el que, acelerada, concluí que me intrigaba saber si María Marta Belsunce se teñía el pelo, habiendo comenzado hablando sobre la germinación del poroto, y tocado temas profundos como la conducta del hombre bajos los efectos de hongos alucinógenos, ella me dijo abrumada:

-"Pará. Concretame una idea y después pasá a otra."


(pd: yo sé que te entretengo)


Carol- Bord gracias por su visita

27.2.11

SubliMax

Hay que cederle paso a la sublimación.
Hay que dejarla andar, porque sentada se atrofia. Le brota una tremenda apoplejía; los labios, se le paralizan; su carne le dirá a los huesos que ya están grandes para abrigarse sólos; el olfato y el gusto ya no le permitirán distinguir un vino rancio de uno añejo. La vista, la abandonará de por vida, impidiéndole divisar si se acerca el tren de la alegría o el tren fantasma: El oído le hará digerir del mismo modo un plato con distorsión, a uno con bandoneón; pero el tacto, presentará formalmente su renuncia y no gozará de indemnización.
Hay que otorgarle un andador a la sublimación.
Porque aunque diga que no se atreve, va a necesitar dibujar toneladas de pan, cuando esté falta de hambre; el Mar Ártico cuando chorree ansia de hidratarse, va a necesitar dibujar manos blandas y brazos, cuando esté desnutrida de amor, y un pene, por si su deseo también fuese de sexo. Y por si no queda del todo explícito, por si generase cierta desconfianza o confusión, y por si se comparte el sentimiento y se precisa una reflexión final para no creer que estas líneas carecen de sentido alguno, hay que darle, pues, lugar a la transformación. A la transformación de mierda en desecho; del desecho en reciclaje; del reciclaje en salvataje; del salvataje en obra de arte.
Por simples matemáticas, por las leyes de reiteración y cancelación, y a modo de simplificar los factores sublimados, hay que transformar la mierda en arte.
Porque la acumulación de materia fecal en el organismo, provoca cientos de desórdenes de todo tipo. Empezando por la boludez aguda.

Hay que darle paso a la sublimación...

Carol- Bord Se consigue en píldoras, perlas y comprimidos.

25.2.11

What it feels like for a girl?

"...Las chicas pueden usar jean, dejar su pelo corto, usar remeras y botas. Porque está bien ser hombre. Pero para ellos, lucir como una chica es degradante, porque creen que SER una chica es degradante. Pero en el fondo, les encantaría saber qué se siente, ¿no?... Qué se siente ser una chica..."

Sin caer en los clichés, a los que acuden filósofos contemporáneos de la talla de Ricky Arjona (respetado por su kilometraje de patologías femeninas improvisadas). Porque, claro, uno trata de mantener cierto nivel, (el cual será dificultoso de mantener si nunca se ha alcanzado antes), pero, para estos tipos, resulta común contarte en dos estrofas y con tres notas musicales (las cuales fueron gestadas para que, tras el pavor menopáusico, "ellas" las tarareen mientras pasan el trapo por el piso un Sábado a las 10 a.m, y cabe destacar que las TARAREAN porque prefieren no saber la real letra), decía, es común para esos seudo artistas -ovasionados siempre, claro- cantarle a tus detalles.
Cantarle a tu menstruación, a tu histeria aguda crónica, a tus cambios hormonales, a tus malformaciones / desviaciones / asquerosidades físicas (las cuales después van a ser maquilladas con metáforas tan pelotudas como "Esos algodonsitos que me acarician cada mañana", en alusión a la celulitis con la que lidiás, que al parecer, cuanto más esfuerzo pongas en deshacerte de ella, se reproducirá como conejo), a tus calores repentinos propios de una edad avanzada, a tu amada promiscuidad, etcétera.
Para ellos, es normal, común y por si fuere poco, es lo que, a posteriori, les llevará un plato de comida a su mesa (a ellos, y a su musa adiposa de turno). Sí, entendelo. Vos estás alimentando al forro que te canta con ojos cerrados y una fusión de tono sexy/excretor (luego de un tsunami temporal, que se ha llevado los restos de su lozanía). Hace música sobre vos, escribe sobre las cosas que, presupone, vos sentís, y dramatiza la letra de forma tan natural que acabás creyendo que realmente es "una más" de nosotras, pero a la vez, encontrás cierto dejo de sensualidad en su persona-je- que claramente, es síntoma de que tu marido ya no te mueve ni el control remoto, de lugar. Entonces, no hacés más que consumir este producto que está más cerca de denigrarte que de satisfacerte. Y lo hacés, en parte, porque bueno, no podés sacar rarezas sonoras de la galera, cuando se ponen a hablar de música con las demás madres de los compañeritos de tu hijo.
Ya dándole fin a mi hermoso divague, me encantaría destacar algunas cosas.

Una anécdota, resumida aclaro, me recuerda a un muchachito (aficionado al arte futbolístico), que en una cita (la segunda, y en la cual hasta ese momento, todo marchaba bien), muy serio me manifiesta:

- "Lo que sé, es que las minas son el origen de los problemas universales del hombre; por una mina se separa Grecia, se separa la banda más grande de todos los tiempos, se separa..."

Tus neuronas se separaron, para darle paso a la formación de pequeños bolos alimenticios de quien ha acabado de ingerir vía oral un tridimensional órgano viril, pedazo de puto. Empezando por tu madre, empezando por ella, se ocasiona el problema universal del que hablás, y terminando por vos.


Según palabras de un pibe que se llamaba Sigmund, éramos seres inocentes hasta los cuatro años de edad, pero aún, confiábamos ciegamente en que el Creador Universal (bah, de ahí mismo lo de "ciegamente"), nos haría entrega de aquellos centímetros que nos faltaban para alcanzar la medida fálica a la que aspirábamos. Claro, que esos centímetros nunca llegaron. Y con este estancamiento, lo que sí llegaría, sería un torturante complejo de inferioridad, bisagra directa al machismo.
Es curioso, porque tengo el recuerdo fresco, de ese sentimiento. Esa sensación de "¿Y ahora? ¿Cómo sigue todo esto?". Pero a diferencia de las sabias palabras de dicho maestro, quien fue más padre del consumismo que del psicoanálisis, YO NO QUERÍA SABER NADA DE CRECIMIENTO CLITORIANO. Temía. Lo recuerdo. Temía. Sólo quería crecimiento de cabello, y de, algunas otras partes que aún sigo aguardando. Sufrí. Y puedo asegurar que intrincada como debe ser, nací en el envase correcto.
De todos modos, se le agradece al mencionado jugador de fútbol (que aprendió a decir correctamente el enunciado "Y FUE UN PARTIDO DURO, VISTE. GRACIA' A VO'") y al neurólogo austríaco por sus respectivos aportes. Y por tratar ya tan temprano, dilemas de histeria. Pero, nosotras en verdad, nosotras estamos bien. Nosotras somos las etéreas, las raras, las locas, las histéricas, las putas, las ciclotímicas, las menopáusicas, las sensibles, las complejas. Sí. Somos nosotras. Pero eso es lo que cada una ha elejido ser... EL QUE NECESITA TERAPIA, ES EL BOLUDO DE ARJONA, TODO SU SÉQUITO, Y TODAS SUS RÉPLICAS, PORQUE LLEVA MÁS DE 20 AÑOS SIN PODER ENTENDERNOS, Y AL IGUAL QUE TODOS LOS DEMÁS, NO LO PODRÁ HACER JAMÁS. NI VIENDO TODAS LAS PUBLICIDADES DE CAREFREE ULTRA FINAS, NI SACANDO CONJETURAS SOBRE POR QUÉ A LAS MINAS TAMBIÉN LES GUSTA TANTO EL SEXO, NI DE POR QUÉ VAN JUNTAS AL BAÑO, O SOBRE QUÉ LLEVAN EN LA CARTERA. Y BLA BLA BLA.
Ustedes deben psicoanalizarse, porque además de tener algún mambito propio, también tienen esa duda existencial, que los mata, esa duda de ¿Qué se siente ser mujer?.


p.d: No es "Lo mismo, pero con 10 cm menos".


Carol- Bord women is losers!

19.2.11

Breve descripción de mi persona

Todavía me entusiasma la idea de doblar envoltorios de gomas de mascar, para saber qué me entre trama el futuro.
Todavía, siento la impunidad como estandarte, para vestir, al menos, cinco colores distintos.
Todavía busco, como una brújula, la opinión materna. Y todavía la tomo como eterno contra ejemplo.
Todavía tarareo inexistentes melodías, para escudarme de las acotaciones que me importan menos que la salud del Papa.
Todavía, necesito instrucciones para encender el horno de la cocina. Todavía cobijo esa simpática ineficacia para encenderlo mal.
Todavía cobijo esa simpática eficacia para hablar de más.
Sigo esperando el momento de la advertencia de los que predican el “bien” (como aquel que en las vías, aguarda el alzamiento de barrera), para optar una línea paralela.
Todavía, es excusa legítima encontrarme en la etapa del desarrollo, por si hubiese que justificar cierto estancamiento psicofísico.
Todavía, con la impaciencia del hijo único, asesino mis exiguas uñas en un total acto de canibalismo, mientras pregunto cuánto falta para llegar.
Todavía, las charlas en un meticuloso tono invariable, bajan el volumen de mi percepción auditiva, mientras mi rostro finge prestar atención.
Todavía, preciso, más que vitaminas, que me recuerden cuánto me quieren. Todavía (por si no lo manifesté antes), mantengo un fuerte lazo de amistad con mi jovial egocentrismo.
Todavía, creo fielmente que el domingo culmina cuando comienza Fútbol de primera, y el Sábado, cuando se agotaron todas las publicidades de Sprayette.
Todavía, le concedo a la risa, la condición de antipsicótico y antidepresivo.
Y al arte, le entrego el privilegio de ser el único hombre de mi vida (¿será un privilegio), por quien juro que con él, pan y cebolla hasta que la Tierra nos dé la orden.
Todavía, apuesto más fichas en la maquina del “vive pronto y serás eterno”, que en la del “larguísima y próspera vida”.
Todavía, me quedan millas de andanzas.
Todavía, mantengo indeclinables mis convicciones, aún para autodefinirme contradictoria.
Todavía, en materia de sociales en vía pública, peleo cabeza a cabeza con el niño extrovertido y el anciano repleto de anécdotas (que en verdad siempre es la misma, contada muchas veces y de distintas formas u órdenes).
Sigo creyendo que estamos “Cerca de la Revolución”.
Sigo creyendo que la vida es aquello que te pasa, mientras te empeñas en hacer otros planes. Niño hermoso.
Todavía me cago en todo. Pero “me cago en todo, con amor”.
Todavía, me creo tan autosuficiente, que mis dudas las aclaro conmigo, y tan dependiente, que mis dudas no mueren hasta que un amigo las asesine.
Todavía soy “numerofóbica” y tan anatómicamente flexible, que podría coordinar una clase de Pilates siempre y cuando, me dejaran alternar con alguna puteada.
Todavía conservo esa marca registrada que incluye una cuota de torpeza, que me empuja a tropezar, resbalar, chocarme contra los muebles, y caer sin piedad.
Todavía caigo en la tentación con hamacas de plaza y sus derivados.
Y termino siempre pecando. Todavía me enorgullece pecar.
Y me libran del mal.
Todavía me quedan muchos "todavías" por vivenciar, nombrar y agendar.
Y apenas tengo veinte años… Todavía…

Amén.

“…Prefiero ser esta metamorfosis ambulante, a tener esas viejas opiniones formadas sobre todo…”


Carol- Bord
La vida no merece que uno se preocupe tanto...

13.2.11

Neo Leyes murphianas- Parte II

Cuando cuentes el tiempo a fin de llegar puntual a un análisis clínico, es cuando con menos tiempo contarás.

Cigarrillos, mate, cuenta regresiva. Noche en vísperas de análisis clínico. Claro, que uno mismo está al tanto de la cantidad de horas con las que cuenta para dormir y no olvidarse la lucidez en la cama, que es inversamente proporcional con el sueño que uno tenga.
La cosa tenía que funcionar bien. El fantasma de Si algo puede salir mal, "maldrá sal", amedrenta a cualquiera. El meollo es que era un simple estudio ordenado por el médico, nada alarmante.
En principio, y para comenzar por anticipado con la jornada medicinal, "guess what?". No te podés dormir. Y aquí comienza la quemada historia que te incita a contar ovejas, números, chistes malos. Sin embargo nada sirve. Entonces, uno es más conciente que nunca, de que es en ese tipo de situaciones, en las que no sólo tu mente fabrica pensamientos respecto a tu día, sino también al día anterior, al día siguiente, comienza a formular hipótesis, teorías, planteos; Comienza a demostrarte que te falta sueño y te sobran pensamientos innecesarios (porque en estos casos, uno sabe que piensa muchísimo más, piensa todo lo que no puede pensar en vigilia total). Lo raro es cómo (y de manera estrafalaria), los pensamientos se entrelazan: comenzaste pensando en qué posibilidades hay de que el resultado de tu análisis sea regular, pasando por "qué será de la vida de Hermenegildo, el kiosquero que cerró y se mudó a San Nicolás", y llegás a sacar conjeturas respecto a si la chica de la perfumería va a la cama solar, o tiene ese colorsito naranja zanahoria de nacimiento, porque en verdad eso sí te quita el sueño.
Nuevamente, como círculo vicioso, tratás de hacer más ameno tu "No tengo sueño, madrugo y me la banco", mate mediante, puchos y música. Te distraés con los zumbidos de las moscas. Porque claro, es en estas situaciones, en las que uno siente que el universo se complota para que jamás duermas a lo largo de la fucking noche: La mosca caprichosa que te zumba en el oído; el perro siberiano del vecino que parece haber entrado en un ataque de ladrido excesivo para llamar la atención (agradecé que no es Caniche); esos pensamientos que tenés; y aparte, convengamos, uno encuentra, ridículamente, más cosas entretenidas, cuando en verdad lo único qe debe hacer es acostarse y cerrar los ojos. En el peor de los casos, está ese ser humano que (TOC por naturaleza), a mitad de la noche y sin una gota de sueño, se levanta simplemente para limpiar todas esas cosas que durante el día (o en otras circunstancias), parece no importarle que estén desordenadas o no tan pulcras. Entonces aquí nos sugerimos a nosotros mismos: "Ya fue... ¿Y si sigo de largo?". Ok, es una buena pregunta, claramente, porque son más horas las que han pasado desde que intentaste dormirte, que las que te quedan para salir de tu casa.
Pero no. Hay cierto consejo murphiano, que sostiene que la falta de sueño, es inversamente proporcional con tu alpedismo (bueno, OK lo tomamos como influencia, aunque esas no sean palabras del mismo). Es decir, olvidate de no dormir nada, o no duermas nada y esperá a salir de tu casa, para desmayarte arriba del chofer del coletivo. Finalmente te dormís. Dos horas. Pero agradecés que suceda, ya que pensaste que no iba a darse en toda la noche.
Eso no es todo. Ni medio. El análisis a realizar, era una pobre e indefensa ecografía, para la cual debías retener un litro y medio de agua, una hora antes. Una de las razones por la cual, uno necesita estar tranquilo y no hacer las cosas a tontas y locas.
BAD NEW: Recibís un llamado de la clínica, que te comunica (de la forma más tirana y autoritaria), que el horario de tu turno ha sido modificado. Y claro, aquí le daremos la derecha nuevamente al amigo Murphy: Las modificaciones en el horario establecido para llevar a cabo alguna actividad/ encuentro/etc, será siempre contraria a tu conveniencia horaria (más temprano- más tarde). En palabras textuales: "Cuanto más inofensiva parezca una modificación, más influencia tendrá, y más planos se tendrán que volver a dibujar". Siempre. Y sin excepciones. Y como era de esperarse, el turno ha sido ADELANTADO. Chau a tus planes de contar con tiempo suficiente a punto tal, de dar vueltas en la cama teniendo un orgasmo con esos inmortales "minutos más".
OK. no perdemos la calma (ni la bizarra botella de DOS litros de agua, que va a acompañarte en tu recorrido hasta la clínica). Porque no sólo es un hecho que estás llegando tarde, pese a tus (pésimos) planes, sino que, aparte, debés inyectarte agua mineral hasta en las fosas nasales, mientras hacés malabares en el tren- hora pico- el cual gentilmente con sus epiléticos movimientos, contribuye en gran medida con tu aparato urinario.
Y como era de esperarse, temés echar un vistazo a tu celular/ reloj, porque es claro que, de tu hora citada, han pasado ya, diez cálidos minutos. Y aún tenés veinte de viaje. Porque siguiendo la línea de develar realidades; cuando uno sabe de su impuntualidad, el simple hecho de mirar la hora, es sumamente paralizante, es nutriente del nerviosismo. Tenés un mensaje en tu celular. Lo sabés, porque acaba de sonar. Pero no lo levantás. Porque, esta curiosidad existencial que te compone, va a entrometerse con tu vista y obligarla a que de reojo, husmee impunemente la hora. Y sentís que el mundo se proyecta en cámara lenta. Aunque no sabés que, en verdad, "Ser puntual sólo significa equivocarse a tiempo".
Mirás por la ventanilla del tren, y, tras el pasadisíaco paisaje de containers y construcciones a medio hacer, sentís una profunda inspiración... Para vomitar. Hay ancianos merodeando por el vagón; hay mujeres (¿embarazadas o hinchaditas?), hay niños. Pero sentís que tenés una vegiga que ya no quiere seguir latiendo, y por primera vez en tu vida, te tomás la licencia de decirles con la mirada "NI loca te cedo el asiento". No podés leer, no podés escuchar música (tu reproductor, se ha quedado sin batería), el terreno ha sido preparado para que sólo aguardes (sabiendo que no hay tiempo para aguardar). Podríamos seguir sancionando leyes: La velocidad con la que maneje el conductor en un transporte público es INVERSÍSIMAMENTE proporcional a tu apuro para llegar a destino. Los pasajeros cruelmente, posan su mirada sobre vos, pero ya es tarde porque tenés que bajar.
Caminás y no sabés de qué forma, pero estás llegando. Tarde como siempre. Pero aún a tiempo.
Finalmente, realizás ese estudio. Y para tu sorpresa, no sólo acabás de terminar con tu burócrata actividad medicinal, sino también ya tenés los resultados. Y una última y feliz noticia: La boletería del tren está cerrada.


"Si una serie de cosas puede salir mal, lo hará en la peor secuencia posible"


Carol- Bord Y nada es tan malo... Que no pueda empeorar.

11.2.11

Ley murphiana - parte I

Esto es veneno puro. Queriendo narrar un relato cotidiano amigable, ironizando sobre las leyes de Murphy, (y cabe resaltar que dicho relato estaba siendo escrito directamente en el Blog para, acto seguido, subirlo, es decir, SIN guardar), los astros conspiran con mi módem y mi PC, se apaga mágicamente.

Una neo- ley: La probabilidad de perder un archivo que no hayas guardado en la PC, es directamente proporcional a tu conformidad con la información que éste poseía, y a las puteadas posteriores.

Carol- Bord


PERO YA CASI CASI LO HAGO SALIR, EH...

¿Cómo mierda explicarle a un niño qué es la política?

Estamos (bue, estoy) muy acostumbrados a frecuentar sin darnos cuenta la Empresa Lacuna Inc como en "Eterno Resplandor..." Y así, se nos borran tantísimas cosas, que ante relatos de anécdotas, experiencias, o simplemente recuerdos uno pasa por alto.
Me acabo de acordar, de un micro mini cuento narrado por una amiga, para cuya vida la política es una prolongación de su existencia. Que en su momento, y ante una placentera caminata hacia algún dique, me llamó la atención pitada tras pitada. Por real e irónico.

A modo de Guía para la educación, se plantea la pregunta de ¿Cómo mierda, explicarle a un niño qué es la política?:

- Papá, qué es la política?
-Hijo, imagínate nuestra casa. Yo represento al capitalismo porque soy el que trae el dinero a casa.

Tu madre es el gobierno porque administra el dinero. La criada es la clase obrera porque se ocupa de las tareas más pesadas. Tú eres el pueblo porque gozas de los beneficios del sistema. Y tu hermanito pequeño es el futuro del país. ¿Entiendes?

-No, papá, no lo entiendo.
-Bueno, no te procupes, ya lo entenderás cuando seas mayor.

Esa noche el niño es despertado por el llanto persistente de su hermanito. Va a verlo a la cuna y encuentra ue está cagado hasta la cintura y que alguien debería cambiarle los pañales. Va a la habitación de sus padres a pedir ayuda y ve que su padre no está, su madre duerme profundamente roncando panza arriba y no logra despertarla. Entonces decide acudir a la criada, entra en su cuarto y encuentro a su padre haciendo el amor con ella. Al día siguiente, el niño le dice al padre:

-Papá, anoche entendí que es la política.
-Ah, que bien! Bueno, qué es?

-Mientras el capitalismo se coge a la clase obrera, el gobierno duerme panza arriba sin importarle nada, al pueblo nadie le hace caso y el futuro está cagado.


That's the way it goes, and everybody knows.



Carol- Bord

7.2.11

Errática y tan Carito

Me devora la necesidad. Digamos, la necesidad de que ya no me necesites.
Anda a saber, pero es normal que existan momentos en que frases como "Nadie es imprescindible", cobren autonomía. No tan normal como cruel.
No me devora tu libertad, ni mi libertinaje.
Tan errática y Carito, como fui amiga y terca.
Y me estoy empeñando en creer (más que en Iglesias y Dioses), en que seamos y nada más. En que haber cruzado no sólo ese puente (¿de veras creés que YO lo destruyo?), sino también transformarnos en abrojos, y ser dos componentes de la misma sustancia, ya no se puede experimentar de nuevo. Por esa no necesidad de mí.
Por algo plantaste una semilla, y no sé cuán a menudo la regabas, pero a medida que se acrecienta mi amor por vos, también crece este "adorable puente entre las dos", en donde están haciendo un piquete, y la huelga parece ser de una princesa caprichosa y ciega que nos impide circular a la otra punta.
Me devoran las valijas que vos me armaste, la cama que tendiste, y que ahora pedís ya no desacomode.
Me devora estorbarte. Me devora faltar. Pero más me devora sentir que sobro.
Mi memoria es no tan selectiva como tu GPS para acompañante ante necesidades.
Eso también me devora.
Quizá, errática y Carito. Ponele. Pero ya no tan terca.
No te como, porque no tengo hambre de vos.
Tengo hambre de nosotras.
Tengo un nudo en la garganta a punto de salir en formato de puteada y llanto.
En formato de "Gracias por esa habilidad de dar vuelta las situaciones y salir airosa siempre".
En formato de "Siempre te necesito".

Carol- Bord Igual, el último párrafo no lo entendí... jijiji

5.2.11

voy a recordar lo que cantamos una vez.



Mambeado- Onda vaga

Que lindo es estar en la tierra
Despues de haber vivido el infierno
Que lindo es poder amarte y mirarte otra vez
Despues de estar tan enfermo
Que lindo corazon q estes aca y aca latiendo
Y me desenredes los ojos
Y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
Voy a recordar lo que cantamos una vez
Mirando el cielo
Cantale a la luna y al sol
Cantale a la estrella q te acompaño
Cantale a tus amigos con el corazon.
Cantale a la luna y al sol
Canta que es la tierra que canta en vos
Cantale a tus amigos con el corazon

Yo no se por que a veces me pierdo
Los ojos se me dan vuelta y me muero por dentro
Y me encierro otra vez y no puedo salir
No puedo ver lo lindo de cada momento
Es que a veces no me le animo al niño que llevo dentro
A veces pienso que estan mal algunas cosas que siento
Pero basta ya de eso hecha pa fuera bye bye bom
No tengo tiempo ahora de eso
Estoy en otra cancion,
se acabó.
Que lindo corazon que estas aca y aca latiendo
Y me desenredes los ojos
Y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
Voy a recordar lo que cantamos una vez
Mirando el cielo
Cantale a la luna y al sol
Cantale a la estrella q te acompaño
Cantale a tus amigos con el corazon.
Cantale a la luna y al sol
Canta que es la tierra que canta en vos
Cantale a tus amigos con el corazon