Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía.
Donde los hindúes ven una vaca sagrada, otros ven una gran hamburguesa..." (E. Galeano)
Depende la situación, a veces soy Teresa de Calcuta, y otras, el anticristo...
Del día, va a depender mi odio, o el destinatario de mi odio: En algunos, odio mayormente a la burguesía dominante; en otros me irritan a las compañías telefónicas; en otros, las mujeres sumisas; en otros al elenco de Dulce amor, y en otros, simplemente, a Marina Calabró.
Dependerá de mi estado anímico, mi estado de salud emocional después de escuchar Radiohead. Si venía medio deprimida, termino muerta, ahogada con un tenedor tramontina, preferentemente. Si venía feliz de la vida, termino simplemente muerta.
Depende
mi ubicación geográfica en determinado momento del día, va a ser mi reacción
cuando me cuenten de un accidente de tránsito. Si lo veo por la tele,
simplemente pienso “Pobre, tendría problemas…” Ahora, si yo estaba arriba del
tren y una persona se arrojó, pienso que habría que instaurar un plan de "38 para todos", y ponerle fin a el juego siniestro de complicarle la existencia al universo como última voluntad en vida.
En
otro momento histórico, por el simple hecho de que sospechen que seas hereje, o
denominada “bruja”, ibas a parar directo a la guillotina. Hoy, año 2012, le das
un mazo de cincuenta cartas a una señora con nariz prominente (precisamente, con
alguna deformidad albergada en ella), y tenés una hermosa tarotista que gana
igual por tirada que una camarera.
Depende la corporación política que te pague, es tu forma
de ver la realidad; Si sos 6,7,8 vivimos en el país de las maravillas; Si sos
Grupo Clarinete, Cristina tiene la culpa de que se me encarne la uña del dedo
gordo.
Depende
de la cantidad de borracheras que lleve a cuestas, será mi forma de digerir el
tequila; después de ser consumista de tequila por dos pesos en antros
nocturnos, de hacer culto al “tequilazo”, llega un momento de la vida en que
indistintamente de que vayas o no a tomarte un tequila, el limón y la sal ya te
dan arcadas. Por el contrario, si es la primera o las primeras veces que lo
tomás, es el mejor y más efectivo trampolín a tu lado ebrio.
Depende como se mire, capaz Romeo tenía miedo que lo acusen de matar a Julieta y por eso se
mató, y nos venden una historia romántica… O capaz se mató porque estaba hasta
las manos en el Veraz. Depende como se
mire, capaz los tres ositos del
cuento, eran proxenetas y le vendieron la historia al mundo de que la nena que
entró en su casa, les comió todos sus alimentos, y les usó sus camas, era una maleducada y
desubicada. Depende como se mire, si la
Cenicienta hubiese calzado 45, capaz el príncipe, bajo la conjetura de que la dama poseía dos
canoas como pies, no la salía a buscar en absoluto. O si hubiese tenido un dejo de desagradable aroma, capaz que en lugar de salir a buscarla, le mandaba un
Lisoform desinfectante por correo. Depende mucho, si Pinocho, como se cuenta, en plena adolescencia y etapa del acné,
se hubiera dado en abundancia auto satisfacción, Geppeto lo habría enterrado por quemaduras
severas. Si
Dr House hubiese sido un tipo
políticamente correcto, ortodoxo, reservado, sano y padre de familia como su
personaje en Stuart Little, en lugar de padre del Vicodin, el programa no habría llegado a cumplir una sola
temporada.
Depende de la etapa de tu vida, va a ser tu forma de ver el psicoanálisis. Cuando sos chico, y es la primera vez que escuchás o leés del tema, te deslumbra: Pensás que es ¡re loco!; que ese “inconsciente” del que hablan, es un aparatito que está en tu cabeza y sale en los sueños para decirte que tenés fantasías sexuales con el kiosquero senil de tu barrio. Cuando sos más grandecito, indagás en el tema y te das cuenta que todos los chistes te hagan van a tener un doble sentido y te volvés paranoico; que el hecho de que sueñes con materia fecal (como significa plata), va a hacer que te ganes la lotería y te volvés jugador compulsivo; vas a querer encontrar lo reprimido hasta en la forma de los nudillos de tus manos y te vas a que te lean las manos; te volvés un completo idiota por creerle a tu profesora d psicología todo lo que te dice. Cuando sos adulto, empezás a preguntarte si elegiste a tu pareja porque es idéntica/o a tu mamá/papá… O si es todo lo contrario… Y finalmente, cuando empezás terapia vas creído que te va a curar las secuelas que te dejaron mamá y papá… Y te das cuenta que ¡todo se reduce al pito!
Depende de la etapa de tu vida, va a ser tu forma de ver el psicoanálisis. Cuando sos chico, y es la primera vez que escuchás o leés del tema, te deslumbra: Pensás que es ¡re loco!; que ese “inconsciente” del que hablan, es un aparatito que está en tu cabeza y sale en los sueños para decirte que tenés fantasías sexuales con el kiosquero senil de tu barrio. Cuando sos más grandecito, indagás en el tema y te das cuenta que todos los chistes te hagan van a tener un doble sentido y te volvés paranoico; que el hecho de que sueñes con materia fecal (como significa plata), va a hacer que te ganes la lotería y te volvés jugador compulsivo; vas a querer encontrar lo reprimido hasta en la forma de los nudillos de tus manos y te vas a que te lean las manos; te volvés un completo idiota por creerle a tu profesora d psicología todo lo que te dice. Cuando sos adulto, empezás a preguntarte si elegiste a tu pareja porque es idéntica/o a tu mamá/papá… O si es todo lo contrario… Y finalmente, cuando empezás terapia vas creído que te va a curar las secuelas que te dejaron mamá y papá… Y te das cuenta que ¡todo se reduce al pito!
Carol-Bord Depende el día; a veces Border... a veces, loca, a secas.
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