Escribiéndome... para romper violines

29.10.12

Amantes en peligro de extinción...


 Él decía que estábamos bien. A veces, atrapado en el intento de consolarnos, improvisaba una seguidilla de palabras convincentes, dulces. Hoy no era el caso.
 Sospeché que el aire era un elemento punzante que sólo servía para oxigenarme al mismo tiempo que me debilitaba. Sentía que los amaneceres, venían a ocupar de ahora en más, ese trono de verdugo. Sospeché que las cosas no estaban en su lugar.
Sospeché que se acercaba el temblor. Algo había cambiado… Algo, que sin pena ni gloria, pasaba desapercibido bajo mi nombre y mi apellido.
 Así fue que no hubo tiempo para caricias, ni sincericidios, ni nosotros. Ya no hubo un por qué. A veces, los mortales nos coartamos ese pequeño derecho carnal, y acaso lujo, de derrumbarnos, entregarnos, ofrecernos tendidos a los pies del placer… A los pies de aquel otro, que aguarda pacientemente bajo la sombra del ritual que sólo dos amantes conocen. Y es que quizás, las cosas ya no estén en su lugar.
 Quizás, los amantes precoces, que supieron conocer la fogosidad escalofriante, ahora sólo sirvan para jugar a la escoba de quince con un mazo de cartas.
 Quizás, los amantes, ya no quieran amarse… Quizás sólo proyecten desencontrarse.
 Quizás él la ame, pero a ella nunca le basta. Quizás ella exige porque su corazón se cae a pedazos del dolor, pero él jamás entenderá que el mundo, según su enamorada, se divide en personas lindas y personas como ella. Quizás, difícilmente ella encuentre persona semejante al sujeto que la ve dormir junto a él acurrucada. Y quizás, difícilmente él encuentre motivos para perdurar.
 Quizás las historias de amor sean un invento... Y en alguna dimensión paralela, sean una realidad dolorosa.

20.10.12

Frustraciones MODE ON

 Cuando sea grande sólo quiero ser aventurera, como una amiga que va por la vida en camping trip.
 Mala fortuna la mía, que me juega en contra; que me la va de obstáculo para mi sueño expedicionario, goleando con balón pistolero, frustrador, a ese espíritu salvaje... Plantándose delante mio como barrera del tren de carga. ¡La pucha! ¿Será, tal vez, que pretende frustrarme, porque busca impedir que me convierta en una persona grande? Quizás, esa suerte frustradora de aventuras, no planifica mi conversión a Neo-Peter Pan, quizás sólo conjeturo equivocada... Quizás sólo alucino que ella (mi suerte, llamémosle, regular o puta, da igual) se desvive articulando una serie de maléficas artimañas, lo bastante retorcidas en proporción a su escueta figura, (sí, las tiene todas; puta y tan pequeña que da impresión. O en palabras correctas, a mí me da la impresión de que no se va a poner a laburar como es debido), y pese a eso, su planificación es lo bastante contundente en proporción a mi inutilidad crónica.
 Es que quiero ser aventurera, quiero vivir rodeada de multidudes sudadas... Quiero ser así, quiero ser silvestre. El meollo único y absoluto que me da cosita, que me da una cierta repulsión es el tema del aroma a ser humano concentrado como único perfume en una carpa de copetín... Eso sólo. Ah, y la aversión a las pocofelices combinaciones del tipo "Short-Jungla-Caminata" o "Femineidad-NoRompasLosHuevosQueNoHayEspejosNiCera"... Eso sólo. Bueno, también me frena la fobia a interactuar con la naturaleza junto a terceros involucrados, tales como bichos color fluo, especies verdes que te mean en los ojos para cegarte, y criaturas voladoras que (como si tuviesen un desprecio añejo desmedido hacia vos), canalizan su ira en la piel humana, fabricando lo que luego, otros humanos malinterpretarán como psoriasis o sarna. Ley de Murphy mediante: Cuanto mayor sea la consistencia del zumbido artrópodo en tus oídos, mayor será tu esencia nerviosa para con la vida.
 En fin... Mi sueño es ser aventurera cuando sea grande. Mala fortuna la mía, que no está en mis planes ser grande por algún tiempo...


Carol-Bord... La ley de la menos fuerte.

5.10.12

Piquete de princesas

http://huelgadeprincesa.blogspot.com.ar

 No te preocupes, princesa, tu huelga ya no duele, ya no provoca dolor de cabeza ni retortijones en la panza. Ya no es una carga de privaciones placenteras. Ya no hay huelga de hambre. Ya sana, ya calma...
 Tu huelga de hambre ya no pesa... La mía, tampoco.
Ya encargué medialunas del Tio Humberto, y las trae bajo el brazo de un ángel.
El mismo brazo que a vos hoy te pertenece... El mismo brazo que a mí me va a traer, de regreso, la ternura que dejé en el placard.

Carol-Bord Y si Dios queda en nada o no existe, te amaré mucho más...