Ni bajo sospecha.
Ni bajo sospecha está mi gratitud, mis ya olvidadas necesidades del calor que hoy te hacen reverencia, ni bajo sospecha estoy yo en mi condición abusiva, mi falta.
Porque jamás en la vida me topé con persona alguna como vos, capaz de reflejar la calma misma en sus ojos invitándome a conocerla, capaz de remitirme a la transparencia y al necesario conflicto antecesor de tu placentero desplome, que ya es aliado de mi deleite conciliador, nadie encontré con tu misma voz en simultáneo con todo cuanto ella misma expresa; nadie con tu cuerpo y tu postura imponente, en sintonía con la noción de grandeza y humildad; roto el molde hace treinta y cuatro años oficialmente, no hay ente ni materia biótica con esa luz que te pertenece sólo a vos, y su encantamiento a mí, nutrida de autenticidad y capacidades infinitas.
Porque agradezco cada día la fortuna de escucharte, esa fortuna que me adopta como hija bienaventurada, como hija agraciada, como hija de la buena suerte.
Porque dudo regresar a aquellos lugares que me veían irrumpir, excéntrica y carente de sensaciones (para ese entonces "triviales"), que hoy son el pan de cada día para mi mundo tangible y espiritual. Porque sos el pan de cada día con una pizca de agua para nada bendita... Más bien, agua vital.
Porque nunca nadie me entregó llaves por doquier, y viceversa, para cada cerradura machacada, para su correspondiente cerradura.
Porque jamás escuché que alguien relatara esas cosas que hoy estoy sintiendo, y porque dudo que alguien me tenga bajo sospecha... A mí y a mis ideas locas, retorcidas; a mi mundo compartido...
Dudo que alguien me tenga bajo sospecha,
de ser
la mujer del siglo,
que inventó la receta para la felicidad:
Vos.
Carol-Bord
No podrías asomar tu hocico, bajo el intento malogrado de hallar mi potencia de sangre, bombeando en nuestra intimidad.
Escribiéndome... para romper violines
20.11.12
10.11.12
El país de...
Había una vez, un país que emanaba sed de cicuta por cada brote de abstinencia. Según la leyenda que algún sabio osó revelar, ese país de érase una vez, no estuvo hecho porque sí.
Ese país no era una guadaña, ni una nación Ingalls, o Neverland.
Ese país era el país de las Malavillas.
Se rumoreaba que Malavillas vivía en caos, que pronto iba a competir cabeza a cabeza con Hiroshima y Nagasaki por un premio que convenía esquivar. Se decía que había pestes, guerras y bozales.
Sin embargo, estaba generosamente poblado, y para sorpresa masiva, gran cantidad de sus habitantes aseguraba sentir a flor de piel la gestación de su peregrinaje sin precedentes, con sentido, dirección y necesidad vital. Con sentido hacia la (¿histérica?) "ruta dignidad" (¿que supieron conseguir o SUPUSIERON conseguir?). Con dirección situada en una senda (no, lector, no es de bicis), de equidad y destierro de toda estigmatización.
Pero a causa de una grave anorexia de prensa y comunicación, el panorama quedaba distorsionado, reflejando apenas un selecto grupo que decía haber reencarnado en la secta de "Mesías veinte doce", "Neo Mesías revolucionarios en lucha por el derecho de las holidays en Puntaeleste y nada, eso" , y hasta hay quienes se atrevieron a bautizar este "Movimiento copado", (o Cool Movement) como "El manifiesto Ocho-Eneísta" (o bien, Menemizta... Testículo, teta, sorete). Todos. O ninguno.
Ese país era, ahora y bajo los efectos del desfajase , una horda superdotada de señores y señoras de castas lungas que se alimentaban por deseo más que por necesidad, y leían diarios a la hora del desayuno por tedio y desgano de comunicarse más que por saber si había vida en las afueras de su metro cuadrado.
Ellos poseían la milagrosa, y acaso envidiada iluminación altruista, capaz de traer al mundo tangible todos aquellos evangelios, (si es que hubieren muchos y absolutos, simultáneamente), a fin de forjar un lugar perfecto, un mundo feliz (sí, con alfas al mando y betas subordinados, para plagiar un poco).
Ellos tenían el privilegio del raciocinio como único existente y dogmático, y venían a reaccionar en efecto a su toma de conciencia (sé, claro... "Conciencia de clase", já). Su plan era limpiar lo que el viento había amagado regalar durante largo tiempo, como quien tienta con sortija en mano al pie de la calesita. Querían limpiar un poco el panorama que costaba un poco reconocer como propio, a fuerza de sangre, sudor y muchas lágrimas. Si el que no llora no mama, los peregrinos epsilones tenían mamadera hasta el purgatorio.
Hoy las cosas cambiarían. Ellos alterarían, reformarían lo malformado y enderezarían lo torcido.
Ellos y su don, claro.
Emprendieron, oficialmente desde hace unas horas, su lucha masiva en repudio a los males que asomaban sin avisar, males desposeídos de sombra. Entusiasmados, ensimismados, atocigados, infundamentados; ellos ofrecieron un show ad honorem con bases de caridad y humildad de indigencia little horseana, con fines sencillamente didácticos y maduros. Así lo requería su nivel prodigio para esta poco fácil misión moral y ética como ciudadanos, que tuvo como primer acto el ejercicio del derecho más fervientemente democrático: El derecho a manifestar libremente que no viven en libertad.
Carol-Bord... Malavilla es toda acción y todo efecto de cobijar a la "gente millonaria paga a la gente rica para que le diga a la clase media que la culpa es de la gente pobre..."
2.11.12
Eternal tears of a spotless mind...
Pocas películas me golpean tan impunemente la nuca. He aquí una.
Borrar con el codo lo que escribiste de a dos... Borrarlo bajo la dependencia imperiosa de seguir tu paso por la vida con menos pena y más gloria. No sufrir tanto, ni retorcerse extrañando.
Mi sentido pésame al amor propio de la adorable Clementine, (y más tarde, también Joey),
que queda estancado en el camino como sólo un resabio de amor (¿im?)propio, para abrirle camino al amor incondicional, que según Teresa de Calcuta es aquel por el cual "amas hasta que te duela".
Amor incondicional, que sólo permitirá vivir en su ausencia, cuando arribe el eterno resplandor de esa mente sin recuerdos.
"¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal?
Al mundo olvida y el mundo la olvidó.
El eterno resplandor de la mente inmaculada
acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos." (A.P.)
Carol-Bord... Chica jodida que busca la paz mental.
Borrar con el codo lo que escribiste de a dos... Borrarlo bajo la dependencia imperiosa de seguir tu paso por la vida con menos pena y más gloria. No sufrir tanto, ni retorcerse extrañando.
Mi sentido pésame al amor propio de la adorable Clementine, (y más tarde, también Joey),
que queda estancado en el camino como sólo un resabio de amor (¿im?)propio, para abrirle camino al amor incondicional, que según Teresa de Calcuta es aquel por el cual "amas hasta que te duela".
Amor incondicional, que sólo permitirá vivir en su ausencia, cuando arribe el eterno resplandor de esa mente sin recuerdos.
"¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal?
Al mundo olvida y el mundo la olvidó.
El eterno resplandor de la mente inmaculada
acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos." (A.P.)
Carol-Bord... Chica jodida que busca la paz mental.
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