Escribiéndome... para romper violines

2.11.12

Eternal tears of a spotless mind...

 Pocas películas me golpean tan impunemente la nuca. He aquí una.
 Borrar con el codo lo que escribiste de a dos... Borrarlo bajo la dependencia imperiosa de seguir tu paso por la vida con menos pena y más gloria. No sufrir tanto, ni retorcerse extrañando.
Mi sentido pésame al amor propio de la adorable Clementine, (y más tarde, también Joey),
que queda estancado en el camino como sólo un resabio de amor (¿im?)propio, para abrirle camino al amor incondicional, que según Teresa de Calcuta es aquel por el cual "amas hasta que te duela"

 Amor incondicional, que sólo permitirá vivir en su ausencia, cuando arribe el eterno resplandor de esa mente sin recuerdos.






"¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal?
Al mundo olvida y el mundo la olvidó.
El eterno resplandor de la mente inmaculada
acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos." (A.P.)


Carol-Bord... Chica jodida que busca la paz mental.

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